MONUMENTOS EN SAN VICENTE DE ALCANTARA


DOE núm 67 SÁBADO, 13 DE JUNIO DE 1998
CONSEJERÍA DE CULTURA Y PATRIMONIO
Adjudicación.- Resolución de 2 de junio de 1998, de la Secretaría General Técnica, por la que se adjudican definitivamente las obras de restauración de la Ermita de Santa Ana en San Vicente de Alcántara.
DOE núm 52 SÁBADO, 9 DE MAYO DE 1998
CONSEJERÍA DE CULTURA Y PATRIMONIO
Concurso.- Resolución de 29 de abril de 1998, de la Secretaría General Técnica, por la que se anuncia licitación de las obras de: Restauración Ermita de Santa Ana en San Vicente de Alcántara
DOE núm.72 MARTES, 15 DE SEPTIEMBRE DE 1992
Comunidad Autónoma de Extremadura (BOE de 20/10/1993)
CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y CULTURA
Interés Cultural.- Orden 1 de septiembre de 1992, por la que se ha acordado tener por incoado expediente de Declaración de Bienes de Interés Cultural, con categoría de Monumento, a la Ermita de Santa Ana, en la localidad de San Vicente de Alcántara.
DOE núm. 36 MARTES, 29 DE MARZO DE 1994
CONSEJERÍA DE CULTURA Y PATRIMONIO
Bienes de Interés Cultural.- Decreto 51/1994, de 22 de marzo, por el que se declara Bien de Interés Cultural, con categoría de monumento, la Ermita de Santa Ana, en la localidad de San Vicente de Alcántara.
La Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Extremadura incoó, en fecha 1 de septiembre de 1992, expediente de Declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, a favor de la Ermita de Santa Ana, en la localidad de San Vicente de Alcántara. En él se han cumplido los trámites preceptivos tanto en su incoación como en su instrucción.
De conformidad con lo dispuesto en el Estatuto de Autonomía de Extremadura, y de acuerdo con la sentencia n.º 17/1991, de 31 de enero, emitida por el Pleno del Tribunal Constitucional, corresponde a la Comunidad Autónoma de Extremadura la competencia para emitir la Declaración Formal de Bien de Interés Cultural.
En su virtud, y de acuerdo con lo establecido en el artº 7.1, apartado 13 del Estatuto de Autonomía de Extremadura, artº 9.2 y 14.2 de la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español, y el artº 15 del Real Decreto 111/86, de desarrollo parcial de ésta, a propuesta del Consejero de Cultura y Patrimonio y previa deliberación del Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura, en su reunión del día 22 de marzo de 1994.
DISPONGO
ARTICULO 1.º.
Se declara Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento la Ermita de Santa Ana, en la localidad de San Vicente de Alcántara, que se describe como:
Es una pequeña edificación datable del siglo XVII o primeros del XVIII. Compuesta por dos cuerpos claramente diferenciados al exterior; su fábrica está resuelta en mampostería de piedra con revoque de cal, parece sin embargo unitaria. Desde el punto de vista morfológico se distinguen dos partes: la posterior o de la cabecera, consiste en una especie de torreón de planta cuadrada, rematada por un antepecho con estructura de celosía de ladrillo sobre cuatro machones por lado, sobre el que sobresale la linterna que remata la cúpula interior.
La fachada principal se resuelve como un lienzo rematado por un frontón de traza somera, del que forma la base una cornisa poco pronunciada que continúa por los costados laterales. La portada se reduce a los pies de piedras sin labra ninguna que configuran el vano, sobre la que aparece un esbozo de frontón partido. El revoque de la fábrica presenta características, en incluso color distinto en cada uno de los cuerpos, aunque por la zona inferior aparece un parámetro uniforme de aspecto todavía diferente de los otros dos. La fábrica de la obra aprecia una mampostería irregular, compuesta por piedras de mediana escuadría, cascote, ladrillo, etcétera, que aparece unitaria en la totalidad de la construcción. En la base del cuerpo cuadrado no se aprecian desde luego los sillares que son visibles formando sus ángulos y otras partes, y cuya presencia en tal lugar prueba de que se trata de actuaciones distintas.
La obra se articula en planta por medio de dos zonas bien diferenciadas: Una nave dividida en dos tramos que corresponde al cuerpo añadido de menor altura o parte delantera, y un presbiterio al fondo formando el testero, situado en el cuerpo cuadrangular.
La cubierta de la nave es de bóveda de medio cañón con arranque en una cornisa fuertemente pronunciada, formada por un denticulado de canecillos en la banda superior y un friso con decoración en relieve de róleos y grutestos orando angelotes, bajo el que aún se desarrolla un tercer cuerpo de molduras, apoyando sobre los capiteles de las pilastras que sustentan los arcos formeros. La cabecera se cubre con una cúpula de media naranja, gallonada, con ocho nervaduras de ladrillo moldurado, que confluyen en el óculo sobre el que se alza una linterna de igual estructura. En la zona inferior se apuntan someros lunetos encerrando medallones y por encima de ellos, óvulos, todo ello formado por ladrillo moldurado y estuco, originando una realidad decorativa de gran riqueza formal.
El testero del presbiterio o capilla mayor, está ocupado por un retablo de fábrica de ostentosas formas y gran relieve. En el centro se abre una hornacina. A ambos lados sobre las esquinas, aparecen gruesas pilastras.
Los aspectos más valiosos de la ermita lo constituyen los elementos arquitectónicos y espaciales, estando representados por las pinturas, que ocupan por completo la totalidad de los muros y cubiertas, configuran su decoración. El otro aspecto, y más interesante aún, corresponde a los motivos figurativos que cubren por completo los dos tramos de la cubierta de la nave, y la parte superior de los muros. Consisten éstos en un enmarque de róleos, tarjas, y todo un repertorio de diseños vegetales y geométricos, que se desarrollan cubriendo los arcos, lunetos, medias lunas y demás zonas de los parámetros, para constituir una tupida y complicada red donde se mezclan y entrecruzan motivos de diseño típicamente rococó con otros de sabor medieval. Se distinguen entre otros a Dios Creador, San Vicente Mártir, Santa Ana, San Lorenzo, Santo Domingo, etcétera. La obra debe datar de mediados del siglo XVIII.
ARTICULO 2.º.
La delimitación de la zona afectada por el posible monumento, en cuanto que puede repercutir en la contemplación y ensalzamiento del mismo, es la comprendida por los siguientes inmuebles:
Inmuebles números 16, 18, 19, 20, 21 (Ermita de Santa Ana), y 22 de la calle La Puertita; inmueble número 28 de la calle Resbaladero e inmueble número 7 de la calle Antonio Machado.
Así como el espacio público y privado (calles, edificios, solares, etcétera) comprendidos en el interior de la línea trazada que los une entre sí.
DISPOSICIÓN ADICIONAL
Comuníquese el presente Decreto al Ministerio de Cultura, a efectos de su anotación definitiva en el Registro General de Bienes de Interés Cultural.
DISPOSICIÓN FINAL
El presente Decreto entrará en vigor el mismo día de su publicación en el Diario Oficial de Extremadura.
Dado en Mérida a 22 de marzo de 1994. El Presidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra. El Consejero de Cultura y Patrimonio Antonio Ventura Diaz Diaz
    Iglesia parroquial de San Vicente Mártir erigida en la segunda mitad del siglo XVIII sobre otra anterior, de grandes proporciones que recuerda a los templos portugueses. Presenta la tipología característica de las iglesias barrocas erigidas en dicho siglo. Está edificada en estilo barroco de transición al neoclásico. La obra constituye una realización de grandes proporciones, con planta de cruz latina y testero cuadrangular; consta de nave única dividida en cuatro tramos separados por estrechas pilastras, de sillares graníticos, geométricas y de orden toscano sobre las que se apoyan arcos fajones de medio punto apenas salientes.
    Las cubiertas de la nave, al igual que las de los brazos del crucero, presbiterio y sotocoro, son de cañón con lunetos, sobre pilastras graníticas de orden toscano. En el crucero se levanta una cúpula semiesférica sobre pechinas.
   En el tramo de los pies se sitúa el coro. Sobre el costado de la Epístola, en la cabecera, se encuentra la sacristía; y a los pies una somera torre cuadrangular. La obra resulta muy semejante, en cuanto a su estructura y realización, a la parroquial de la vecina localidad portuguesa de Castelo de Vide.
   Al exterior destaca la fachada principal de severo diseño según el gusto neoclásico y sobre todo su portada, que se atiene a un esquema clasicista, adintelada y precedida de escalinata. A ambos lados aparecen pilastras de sillares, consistiendo la coronación en un frontón partido sobre acusada cornisa. En el lado de la Epístola se yergue la torre, con dos cuerpos de mampostería y ángulos de sillería, y de elaborada coronación.
   En el interior destaca el retablo baldaquino del siglo XVIII y la talla del Cristo Nazareno, de 1643, obra del escultor Sebastián de Paz, ambos procedentes de la iglesia conventual de San Benito de Alcántara.
    La parroquia de Santa María de Alcántara cambió su nombre por el de San Vicente en honor de una reliquia que había del mártir. En 1951, Don Félix Domínguez, el párroco de San Vicente, quiso que la Virgen tuviera templo propio: adquirió la imagen de Nuestra Señor de Fátima y levantó la ermita, que fue inaugurada el 21 de octubre de 1954.
    Esta nueva ermita cuenta con una amplia nave, y un camarín por donde se aloja la Virgen, en la Capilla lateral se encuentra el Sagrado Corazón de Jesús. A los pies se encuentra el Coro y al exterior presenta una esbelta torre y un porche. La obra fue realizada por el Arquitecto Francisco Vacas.
   Ermita de Santa Ana, erigida en el año 1708, obra de reducidas proporciones  compuesta por dos cuerpos de diferentes épocas, siendo el mas antiguo el que cobija la cúpula de la cabecera.
    El interior presenta decoración arquitectónica de carácter puramente barroco, se halla cubierta con pinturas decorativas que desarrollan un completo programa iconográfico de figuras y otros motivos, fechable hacia 1760. Cubren por completo la cúpula y la bóveda de la nave, componiendo un completo repertorio de personajes y alegorías, enmarcados en tarjas y otros recercos de estilo rococó. Entre las figuras se distingue a San Vicente, San Lorenzo, Santo Domingo y Santa Teresa.
    La ermita se encuentra en fase de rehabilitación y servirá de centro cultural.
   En la calle Cantos Molina, se encuentran restos del antiguo convento de franciscanas, actualmente convertido en Casa de la Cultura. La antigua ermita de San Ramón Nonnato, en la actualidad convertida en vivienda particular. En la calle Canto Molina se conservan vestigios del antiguo monasterio de clarisas, formados por patio interior de dos plantas, con grandes arcos, y su claustro y algunas dependencias anejas.
   En algunas áreas del casco urbano, existen varios edificios que conservan sus blasones de nobleza. Otros elementos característicos son sus plazas. Una de ellas es la Plaza de la Libertad, conocida popularmente como "La Corredera".
    En la plaza de España, frente a la iglesia parroquial se alza una casona del XVII, hoy habilitada como establecimiento hostelero, con estructura de bóvedas de ladrillo. Otras muchas construcciones de los siglos XVI y XVII se conservan en la población.
   Edificio digno de atención por las circunstancias socio-económicas es una de las primeras industrias de su especie, situada en la calle Marquina, es la fábrica de corcho conocida popularmente como la del Ingles. Levantada a mediados del siglo XIX, su portón de acceso se corona en forma de espadaña con pináculos laterales y otros componentes.
   De las seis fuentes que antiguamente existían en la población, se conservan tres. La del Caño formada por muro de sillares, con un cuerpo superior de estructura conopial, al que se aneja, a nivel mas bajo, el receptáculo del agua. La de la Paz se cobija en un edículo con arco de medio punto al frente, y diversas pilas anejas rodeadas de un poyete. El pozo Paraguas cuenta con brocal alto, de estructura decagonal, configurado por una decena de grandes piezas graníticas, perimetrado por poyos, también de sillería, dispuestos como soportes para los cantaros.
    Pieza de interés resulta también el crucero realizado en granito que se levanta en la plaza del Cristo